• Penitentes
  • 1972
  • Óleo sobre lienzo
  • 180 x 152,5 cm

En un convento frente a mi casa existía en el barrio de la visitillas un convento de clausura que a su vez estaba muy cerca de la prisión. Mi madre, mujer muy religiosa, me llevaba al convento blanco por fuera y yo dentro solo veía la oscuridad. Me ponían en el torno y las monjitas al otro lado me admiraban. Al dar la media vuelta se pasaba de la claridad a la oscuridad.

JOSÉ GUERRERO